“¿Cómo hablas tan bien mexicano si eres una actriz española? Pareces chilanga”
Quien me lo preguntaba era Erika Carrillo, actriz mexicana.
Y no solo ella se sorprendía.
Por la calle de Ciudad de México pasaba por una mexicana más.
Moría de felicidad.
Pero sobre todo estaba orgullosa de mí misma, del esfuerzo que había hecho, de cómo había trabajado para conseguir ese acento neutro.
Caminaba por las calles de Ciudad de México y me acordaba de aquella Paloma que descubrió la interpretación a los 16 años
De la que vivía sola, por fin, en un piso precioso en la calle Moratín (Madrid) e impartía sesiones de voz, coaching actoral y dicción en lugares como la Escuela Municipal de Arte Dramático de Madrid o La Cope.
De la Palo que “lo tenía todo” aparentemente.
Pero…
¿Y mi yo actoral?
¿Vivía de la interpretación?
No, en absoluto.
A ver…
Sí, estuve en el Centro Dramático Nacional, en el Teatro Principal de Valencia y hasta en Moscú, pero eran 1 o 2 producciones al año. Así que no, no vivía de ello.
Por eso un día me dije: “¿Por qué no pruebas en otro país?”
Sentía la necesidad de emprender una nueva aventura sola, de distanciarme de España, de mi gente, de la “rutina”, incluso, fíjate, de la profesión aquí.
Recuerdo perfectamente aquel 1 de septiembre de 2016.
Me dije: ¡Voy a por ello!
Al día siguiente compré el billete y el 16 se lo dije a mi familia (porque mi hermana se casaba el 15 y esto era un poco bomba).
El 8 de octubre volé a Ciudad de México.
-“Necesitas visado y acento neutro” – me dijeron.
-“¿Acento qué?” – pregunté ojiplática.
-“Acento neutro mexicano. No se puede notar que eres española porque solo te darán papeles como española y perderás muchas oportunidades de trabajar en proyectos audiovisuales potentes. Pero tampoco puedes tener acento norteño, por ejemplo”.
¿Qué hice?
Ponerme las pilas.
Busqué un profesor de acento neutro mexicano, Alfonso Cárcamo, apliqué lo que me dijo y en cuanto me sentí cómoda comencé a hacer castings.
El acento neutro fue mi verdadero pasaporte para trabajar en México.
Y el visado, claro. Pero esa es otra historia que ya te la cuento cuando nos conozcamos.
Se juntaron la transformación personal con la profesional.
¿TE ACOMPAÑO EN EL VIAJE?
¿POR QUÉ HAS DE TRABAJAR EL CASTELLANO (Y MEXICANO), LA DICCIÓN Y TUS PERSONAJES CONMIGO?
Porque cuando dominas el acento de un personaje te centras en la interpretación y puedes dar lo mejor de ti.
Y eso es maravilloso.
¿Tienes curiosidad por saber más sobre mí?
Soy de mar, de cola-cao, de horchata, de los míos.
De gozar.
La vida, el arte, los instantes.
De mirar bonito.
Peinar las alas.
Arriesgar.
Vivir, joder, vivir.
Mi método está basado en mi experiencia como actriz, logopeda, docente y coach:
Soy experta en voz y tengo un gran oído para detectar los fonemas que tienes que trabajar en función del acento neutro que quieras conseguir.
Conozco cómo enfocar los objetivos, contenidos y plantear los ejercicios de forma lúdica y dinámica.
Soy de mar, de cola-cao, de horchata, de los míos.
De gozar.
La vida, el arte, los instantes.
De mirar bonito.
Peinar las alas.
Arriesgar.
Vivir, joder, vivir.
Y ahora que ya me conoces…
¿Hablamos y vemos cómo puedo ayudarte para sentirte más seguro/a en tu próximo casting (o videobook)?
HAN CONFIADO EN MÍ...