Voz
Aunque suele decirse que lo ojos son el espejo del alma, para mí lo es la voz.
¿Cuántas veces has descolgado el teléfono y te ha servido un “¿si?” de la otra persona para saber si estaba triste, preocupado o alegre?
El tono, timbre, volumen y modulación de nuestra voz nos hace únicos. Si antes, cuando te hablaba sobre la dicción, te decía que era una de las claves para transmitir, ahora te daré otra: la voz.
Para que tu discurso realmente llegue al otro, es necesario que tenga ritmo, cadencia y un tono agradable, así lograremos que tenga más ganas de seguir escuchándote.
No olvides que tu voz es tu carta de presentación y la forma que tengas de comunicarte hará que seas único.